Según la Organización Mundial de la Salud “el tabaquismo es una dependencia a la nicotina del tabaco”, el consumo constante de ésta y otras sustancias que ingresan al torrente sanguíneo a través de cada inhalación son los causantes de diversas enfermedades. Entre los otros 4000 componentes del humo de tabaco podemos encontrar: ácido cianhídrico(veneno usado en cámaras de gas), acetona (removedor de pintura), toluidina, naftilamina, amoníaco (limpiador para pisos), metanol (combustible para cohetes), uretano, tolueno (solvente industrial), pireno, arsénico (veneno), dimetilnistrosamina, dibenzacririna, naftaleno (naftalina), fenol, butano (combustible de encendedores), cadmio (usado en baterías), polonium-210, monóxido de carbono(gas mortal), DDT (insecticida), benzopireno, cloruro de vinilo.
El tabaquismo es considerado una adicción ya que cumple específicamente con los criterios que definen a las adicciones: tolerancia, dependencia, abstinencia, compulsión, etc. El fumar es en sí mismo una grave enfermedad: la adicción al tabaco.
El tabaquismo ha sido incluido en el Código Internacional de Enfermedades (CIE 10) por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El consumo de tabaco presenta las características de una enfermedad crónica y genera varias formas de dependencia